
Los delitos informáticos nacieron en los años 80 junto con la generalización del uso de los ordenadores. Desde entonces, la tipología de los delitos se ha diversificado y su importancia ha aumentado de manera exponencial hasta llegar a nuestros días. Actualmente, en pleno siglo XXI, el delito informático ha crecido hasta convertirse en uno de los más comunes e importantes de nuestra sociedad.
Un delito informático es una operación ilícita que se realiza a través de un medio informático. Este medio puede ser hardware, software o bien una combinación de ambos. Es frecuente que el delito se cometa vía Internet, aunque no tiene por qué ser así necesariamente.
El tipo de delitos que existe es muy diverso. Entre ellos, podemos encontrar la falsificación, el fraude, la suplantación de identidad (o phishing), la malversación de fondos, el robo, la pornografía infantil, la difusión de material confidencial o privado, la difusión de virus y gusanos, la violación de los derechos de autor, los ataques a sistemas críticos de gobiernos u organizaciones privadas, el acoso laboral o sexual a través de correo electrónico o redes sociales, el terrorismo, etc.
Tipos de delitos informáticos más comunes
Ataques informáticos
Cuando se comete un ataque informático, se pretende inhabilitar o destruir de manera parcial o total los sistemas informáticos de una organización o particular, con el objetivo de dificultar o impedir su funcionamiento.
Este ataque se puede producir por dos vías: desde dentro de la misma empresa o a través de internet.
En el primer caso, puede tratarse de un trabajador de la organización o un particular que tenga permisos para acceder al sistema.
Este tipo de delito suele tener como objetivo la venganza del trabajador hacia su empresa, ya sea por motivos laborales o personales.
El segundo caso se trata de un ataque ejecutado por un cracker desde la red. Puede tener motivos muy variados y puede no tener ninguna relación personal con la empresa. Un ejemplo de este tipo de delito puede ser un ataque de denegación de servicio.
Acoso
El ciberacoso sólo difiere del acoso clásico en el método utilizado. El ciberacoso se produce habitualmente a través de las redes sociales o el correo electrónico, lo que facilita el anonimato del acosador.
Es un tipo de delito que ha aumentado mucho en los últimos años, en sus dos modalidades: laboral y sexual. En un caso típico, el acosador envía correos electrónicos amenazantes o intimidatorios a su víctima de manera recurrente, infundiendo miedo en la persona acosada.
Aunque la víctima conozca la identidad del acosador, es muy difícil demostrar que esa persona es la autora de los correos y, más aún, si el acosador utiliza proveedores gratuitos de correo, tipo Hotmail, Yahoo o GMail.
En caso de que se hayan utilizado direcciones de correo corporativas, es más sencillo para el perito informático demostrar la identidad de la persona responsable del envío de dichos correos.
Phishing
El phishing es un término utilizado para definir un delito de suplantación de identidad. En este tipo de delitos, se utiliza el nombre de alguna organización de confianza del usuario para obtener sus datos de acceso o información bancaria o de tarjetas de crédito. Una vez conseguidos estos datos, el estafador puede suplantar la identidad del estafado y operar en su nombre. De este modo puede vaciar cuentas bancarias, interactuar con amigos y conocidos de la víctima a través de las redes sociales o realizar compras en internet con sus tarjetas de crédito. La manera más habitual de conseguir estos datos es mediante correo electrónico. El estafador utiliza una copia exacta de la web de la organización (generalmente una entidad bancaria) para engañar a la víctima, que cree que está accediendo a su cuenta real en el banco, aunque en realidad está rellenando un formulario que llega directamente al delincuente.
Son delitos complicados de combatir ya que involucran datos falsos, cuentas bancarias en diferentes países y, dentro de la estafa, implican a gente que no es consciente que está participando en una actividad delictiva.
Difusión de material confidencial o privado
Es un delito que consiste en la divulgación vía Internet de información confidencial o privada de la víctima. El canal de transmisión puede ir desde foros y redes sociales hasta sistemas de intercambio de ficheros P2P, entre otros. Los datos divulgados también pueden variar, pudiendo ir desde datos personales o profesionales hasta videos o fotos comprometidas.
En la mayoría de los casos, estos delitos vienen motivados por algún tipo de venganza hacia la víctima. Normalmente, no se pueden eliminar completamente los rastros dejados a través de Internet, de modo que un buen trabajo de peritaje informático puede encontrar el responsable a través de Internet.
Difusión de virus y gusanos
Se trata de uno de los delitos más conocidos. Consiste en la distribución deliberada de virus y/o gusanos informáticos por parte de crackers (no hay que confundirles con los hackers).
Estos virus y gusanos se replican, generalmente a través de envíos automáticos de correos electrónicos y pueden llegar a infectar millones de ordenadores por todo el mundo.
Espionaje industrial
Los delitos de espionaje industrial consisten en la divulgación de secretos protegidos por leyes de propiedad industrial. Normalmente se producen por parte de empleados de una organización que divulgan información hacia otra organización de la competencia.
Suelen implicar sobornos o comisiones por parte de la empresa que obtiene la información a trabajadores de la empresa víctima del espionaje. Actualmente, toda la información de las empresas está almacenada en sistemas informáticos, por lo que un empleado con acceso a dicha información puede difundir grandes cantidades de material confidencial antes de que puedan encontrarle y detenerle.
Los delitos informáticos son muchos y muy variados. Estos delitos descritos son solo unos ejemplos de los más típicos. El titular de este despacho profesional es perito informático e Ingeniero Superior en Informática, especialista por lo tanto en todo tipo de delitos informáticos. Un peritaje informático puede ayudarle en su denuncia ante los tribunales en caso que haya sido víctima o le hayan acusado de un delito informático.
También puede contactar por correo electrónico.